16/09/2021 | Actividad sísmica en La Palma: ¿Por qué se ha activado el semáforo de riesgo volcánico?

El enjambre sísmico que se inició el pasado sábado 11 de septiembre en el sur de La Palma ha aumentado en intensidad en las últimas horas. A raíz de esta situación, el lunes 13 de septiembre fue convocada una reunión por videoconferencia del Comité Científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA). En esta sesión, Vicente Soler Javaloyes, investigador científico del IPNA-CSIC, expuso un posible escenario a partir de su amplia experiencia y de los datos con los que se cuenta.

La subida del magma de 20 a 10 kilómetros, sin mediar sismicidad, representó un cambio tan significativo que llevó a Soler Javaloyes a proponer la modificación del semáforo a nivel amarillo. La pauta de comportamiento del magma y su fulminante ascenso hace que la posibilidad de una erupción en la isla de La Palma sea real. Debido a esta intervención, el Gobierno de Canarias activó para los municipios que rodean la zona -Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, El Paso y Mazo- la alerta de color amarillo del semáforo que mide el nivel de amenaza.

Además de esta importante contribución, expuso un modelo a partir del cual pretende plasmar qué puede estar sucediendo con el magma en la base sólida de la isla.  Para ello, propuso el mismo modelo que empleó para la isla de El Hierro y que puede visualizarse el siguiente enlace. Siguiendo este modelo, La Palma se encontraría en una fase de empuje que puede derivar en dos escenarios (ambos factibles): el primero de ellos nos llevaría a una inminente erupción, y el otro escenario consistiría en una fase de intrusión donde se liberaría energía en forma de deformación (underplating).

La aportación del CSIC es elaborar estos modelos y ver en qué punto se encontraría la isla de La Palma. La hipótesis de trabajo que se ha adoptado a día de hoy, es que los signos superficiales no corresponden necesariamente a la presencia de magma a 3 kilómetros, sino que sigue estando a 10 y, por lo tanto, todavía no se ha producido el sismo capaz de prefracturar la corteza. En palabras del Dr. Soler, el magma continúa empujando y deformando a 10 kilómetros de profundidad, pero aún no ha encontrado el camino hacia la superficie.

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Vicente Soler