El agua potable en las islas: un bien a preservar

El principal desafío para Canarias es lograr una gestión eficiente y sostenible de las aguas subterráneas, permitiendo optimizar su ciclo integral.

En 2030 Canarias debe seguir garantizando el acceso universal y equitativo del agua potable a un precio asequible para toda la población isleña, incluso cuando deje de llover o no lo haga lo suficiente. Actualmente, se estima que más de 2 mil millones de personas en todo el mundo dependen del agua subterránea como su principal fuente de abastecimiento. En Canarias el agua subterránea representa unos de los principales recursos hídricos. El 58 % de la población isleña depende de este importante recurso, aunque cada isla lo aprovecha de manera dispar. Por ejemplo, mientras en Lanzarote es prácticamente inexistente, en La Palma representa el 100 % de los recursos hídricos disponibles. Sin embargo, este recurso abunda cada vez menos debido a su vulnerabilidad ante las vicisitudes del cambio climático. 

Las alteraciones climáticas a las que está ya sujeto el planeta provocan sequías cada vez más prolongadas en el Archipiélago y un aumento del nivel del mar que en las Islas se estima que podría llegar al metro a final de siglo. Este ascenso puede favorecer las  intrusiones marinas en el espacio subterráneo, lo que, consecuentemente abocaría a ese preciado recurso a una gran pérdida de calidad. 

Canarias es altamente vulnerable a las consecuencias del calentamiento global. Por esta razón, los esfuerzos de los investigadores se basan ahora en estudiar a fondo el terreno del Archipiélago para permitir a la población isleña continuar siendo autosuficiente en este preciado recurso, incluso cuando las condiciones climáticas no lo permitan. La clave para lograrlo está en lograr una buena gestión de los recursos sin dañar el medioambiente.

De ahí que el principal desafío para los próximos años en Canarias, y para otras islas oceánicas, pase por optimizar completamente el ciclo integral del agua. El objetivo es tratar de reducir las pérdidas, por muy pequeñas que sean, en las redes de riego y de abastecimiento, así como fomentar la reutilización del recurso y adaptarlo a la realidad de cada isla. A modo de ejemplo, es fundamental adecuar y planificar en cada zona de cada isla el tipo de cultivo que se quiere fomentar con los recursos hídricos disponibles, para evitar que se produzcan desequilibrios y así fomentar una gestión eficiente del recurso y del territorio.

A través del ambicioso proyecto de investigación COMPACT financiado por el Ministerio de Ciencia, el investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) Pablo González, junto al hidrogeólogo Rayco Marrero, trabajan para obtener un método eficaz, sostenible y replicable que permita estimar cómo varían los recursos hídricos subterráneos sin necesidad de perforar el terreno. “Para optimizar la gestión y el uso responsable de sus recursos hídricos es fundamental el conocimiento hidrogeológico del subsuelo de las islas”, señalan los investigadores que consideran que este avance permitirá aportar una valiosa información a las administraciones para gestionar mejor los recursos hídricos del Archipiélago.

  

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El agua potable en las Islas: un bien a preservar